
Ultrasecretos (Inside Job)
Shion Takeuchi, 2021-2022
Originalmente, iba a escribir estas líneas con la esperanza de ver una segunda temporada de ‘Ultrasecretos‘ (‘Inside Job’). Pocos días antes de ponerme a ello se anunció que, a pesar de tener una segunda temporada en producción, la serie se cancelaría. Eso ha hecho que el tono de esta reseña cambie de «elogio» a «reivindicación». Que me aspen si no debía escribir unas líneas en defensa de la que, para mí, es la mejor serie de animación de la plataforma de streaming desde su siempre acertada ‘Bojack Horseman’.
‘Ultrasecretos’ parte de una sencilla premisa: todas las conspiraciones son ciertas. Bueno, todas menos una. Eso de que la Tierra es plana es una chorrada incluso en este universo, donde en realidad está totalmente hueca y es el lugar de residencia de los reptilianos. ¿Y cómo mantienen la ilusión de que, en efecto, la verdad solo existe en las mentes de los conspiranoicos? Gracias al gobierno en la sombra. Esta historia se centra en Cognito, Inc., la rama del gobierno norteamericano dedicada a mantener el secreto.
Como se podría esperar de una serie con una organización así, todo el mundo está completamente roto. Algunos, en su psique, ya sea buscando el control o simplemente intentando luchar contra sus demonios internos. Otros, también en lo físico, como un experimento de supersoldado que fracasó. ¿Organismos micológicos capaces de desarrollar sustancias para el control mental? ¿Inteligencias artificiales que se salen de su programación? ¿Ejércitos de clones de Hitler? Todo lo que pueda caber en la mente de un negacionista existe, y está en las cloacas del gobierno. También hay un tío normal. Quizá, demasiado normal.
Más allá de su premisa, la ejecución sabe tocar las fibras correctas. Shion Takeuchi trabajó en ‘Gravity Falls’ y, definitivamente, se nota. En cierto modo, ‘Ultrasecretos’ no deja de ser una versión mucho más retorcida de muchas de las ideas que ya presentaba Alex Hirsch, que actúa como productor y consejero en esta serie, pero sin los grilletes de los Standards and Practices de la compañía del ratón. Desde el primer momento, la crítica es directa a la yugular y los problemas de los personajes son claramente evidentes, los chistes se quitan los guantes protectores y el daño emocional al espectador es real.
La serialización ayuda mucho: si bien los conflictos en muchas ocasiones pueden considerarse como monstruo del día, el desarrollo (o, directamente, la inestabilidad) de los personajes y el mundo que los rodea es capaz de sentirse real desde una primera instancia. Y eso es tan positivo como negativo: hacía la serie mucho más fácil de seguir mientras que tendía hilos que podían evolucionar a nuevas tramas, pero también hace mucho más difícil separarse del elenco disfuncional con el que nos habíamos encariñado.
Una pena que una serie así cayese en la casa de las cancelaciones y que todo lo que prometía una futurible segunda temporada se haya quedado en promesas vacías. ‘Ultrasecretos’ tenía potencial.