
Invade Me: Madre del Vacío
Manu Franco, Mauro Civera Ro, 11/04/2018
“Tan mal lo hacíamos, que tras la invasión alienígena todo mejoró”. Con esa premisa, ‘Invade Me: Madre del Vacío‘, me entró por los ojos. Siempre había tenido interés en ese tipo de historias y no dejaba de ver opiniones sobre la primera parte de la trilogía de Manu Franco y Mauro Civera Ro en mis redes que aseguraban que la ejecución estaría a la altura de las expectativas de un fanático de la ciencia ficción especulativa como yo. Además, su precio “de café” en Kindle me dejaba pocas excusas para no darle una oportunidad.
Como bien citaba arriba, la base del libro es sencilla: la humanidad se está descontrolando de forma exponencial y no es sino una invasión alienígena la que tiene que forzar a nuestro planeta a encauzar su avance. Ya desde el primer capítulo, la narrativa funciona muy bien: se definen de forma clara una serie de personajes con sus motivaciones y sus ideales. Poco a poco, son los sucesos y la condición del mundo en el que viven los que hacen que sus historias fluyan de una forma muy orgánica y creíble. Es fácil especular, conociendo la situación que se nos propone, una “hoja de ruta” para nuestro mundo que comparta puntos con la propuesta de la novela. Y eso es un verdadero gusto.
Desde un primer momento se presenta al mundo como el verdadero protagonista de la historia. Todas las acciones, aquí o allá, cuentan con una relevancia para la construcción y continuidad de los hechos y no es complicado intuir que ciertas acciones tienen un efecto de onda sobre otros personajes que no han cruzado sus caminos. La coralidad de la obra funciona mucho en beneficio de la historia, mas a veces también es un detrimento. Aunque la intencionalidad detrás de la decisión es clara, las casi doscientas mil palabras de ‘Invade Me’ cuentan, a mi parecer, con demasiado contenido. Hay momentos en los que es natural confundirse entre tanto personaje, trama y ramificación narrativa. En ocasiones, uno siente que algunas de ellas siquiera tienen una conclusión satisfactoria —aunque tenemos dos libros más por delante para hacerme cambiar de opinión— o, simplemente, que aportarían aún más si su presentación fuera más lacónica.
Eso empaña un poco el resultado final de una novela que, a todas luces, puedo recomendar a cualquier fan del género —y a algunos que no lo sean—. El mundo que construye es vivo, orgánico y te hace sentir que todo puede tener una razón. Su presentación de los grises morales y muchas de las cuestiones que plantean funcionan. La prosa es ágil y bastante funcional, y algunos de los diálogos tienen el lujo de convertirse en citables.
En resumen: echadle un vistazo, que os puede enganchar.