2023: ¡Una vuelta con energía!

Es curioso. En el post de los GOTY de 2021 me quejaba de que era casi lo primero que escribía desde el de 2020 —el intento de retomar el blog ese año fue corto y mis esfuerzos acabaron centrándose en lo que ahora es Moradores— y vaticinaba que este año iba a ser exactamente lo mismo, o menos aún. Para mi sorpresa, este año no hay listado de juegos del año (porque, honestamente, esta vez no tenía mucho que contar) pero sí que hubo un pequeño repunte en el contenido. Cinco minirreseñas, experimentando distintos temas, con un formato nuevo y compatible con las redes sociales que tanto os molan a los jóvenes. El primero de varios intentos de buscar formatos nuevos que sumen a mi identidad. Un hermanamiento entre mi cuenta de twitter donde me empiezan a leer con inmediatez y un blog que al final quedará como archivo de todas estas cosas que se me pasan por la cabeza. Y puede que Instagram también.

el meme del señor burns con pinta de joven

Habimaru, intentando hacerse un hueco entre la chavalada

Pero, en realidad, el motivo por el que este espacio vuelve a tener vida es tan simple como podríais imaginar: quiero escribir. Quiero volver a las reseñas, quiero volcar mis pensamientos en este espacio y quiero volver a cerrar el círculo juntando mis diversas pasiones. Este blog, como sabéis los que lo habéis seguido en sus mejores momentos es, a todas luces, una radiografía de lo que soy.

Y es hora de que llegue a una nueva etapa. Este último par de años me he reencontrado con otra de mis pasiones a la hora de juntar letras: crear historias. Como ya sabéis, a mediados de 2021, decidí que estos diez años de parón literario habían acabado y empecé a escribir una novela. No voy a negar que fue un poco culpable de que bajase el ritmo de este blog por eso mismo, pero era lo que necesitaba en el momento. Ver cómo mis palabras aquí, mis interminables paseos por TVTropes y la inspiración de todo ese tiempo cristalizaban fue algo mágico. Todavía me faltaba mucho para saber dónde iba con esto, pero ya empezaba a intuirlo y, tras acabar lo que hoy es Moradores, empecé a descubrir este nuevo círculo.

Tardé un poco en saber cómo focalizar esta energía. Me di cabezazos contra la pared averiguando qué hacer con mi obra —nunca he sido bueno en esa parte— y decidí que era mejor idea ponerme con otra mientras veía qué pasaba. ¿Y qué pasó? Pues un año caótico en mi vida. Uno en el que, con sus más y sus menos, acabé entrando en la comunidad de escritores, conociendo a gente maravillosa y explorando formas de gestionarme. En algún momento de esos dije que oye… Que ahora que estaba mejor y tenía las cosas un poco más claras, el blog debía volver. Que estaba listo para hablar abiertamente de lo que hago, cómo lo hago y que —quizá, solo quizá— a la gente le interesaría. Y si no, al menos quedaría un registro en algún sitio.

Así que construí un poco todo lo que habéis estado viendo. Una web principal para que todo el mundo sepa de un vistazo a qué me dedico. Empecé con unos pequeños preparativos por aquí, algunos textos por allá y, sobre todo, a planear. Quería tener un pequeño sitio para mí en el que fuera todo yo. Y decidí que 2023 iba a ser, de alguna forma, el año del resurgimiento. En fin, sin más dilación, os digo qué tengo en mente para este año que entra.

Minirreseñas, lo que se lleva ahora. Algún hermano mayor les saldrá, no os preocupéis.


Café Lohrean: Moradores de Covenant

El momento que lo cambió todo. Un documento imaginándome un mundo. Un capítulo sobre tres chavales en una cafetería pasándoselo bien. Ya les quería. Ya sabía que quería que su historia llegase hasta el final. E, incansable, me puse a narrarla. A revisarla. A darle mimo. A cuidar que todo fuera bien. A estudiar cómo debería venir al mundo. A aprender, por ella, cómo ser un hombre orquesta capaz de preparar el manuscrito para que llegase a vuestras manos.

Y, tras tanto tiempo, el libro está a punto de salir. Sé que llevo diciendo esto ya un par de meses y si hay alguien esperando, ya estará harto. Lo siento, he sido un poco malo midiendo mis fuerzas —y, en especial, las partes que no están en mi mano— a la hora de planear el lanzamiento del libro. Aún no puedo asegurar fecha de lanzamiento, pero me gustaría que no tardase más de un par de meses. Y, antes de eso, quiero preparar algunas sorpresas para amenizar la espera. Y otras tantas para agradeceros la confianza después.

Por ahora, tenéis un montón de información en la página del libro.

Proyecto Auge

El segundo mundo que creé en esta etapa de mi vida. Una vuelta a la fantaciencia, sí, pero un cóctel con un regusto totalmente distinto al de Moradores. Aún no puedo adelantar mucho más sobre este proyecto —aunque, si seguís mi twitter, veréis que igual algo sí que se me ha escapado—, pero el manuscrito está terminado, durmiendo el sueño de los justos mientras su hermano mayor toma el foco central.

No obstante, espero que podáis saber algo más de este título a lo largo del año. ¡Quién sabe, quizá hasta podáis leerlo antes de que acabe!

Proyecto Glitch

El nuevo hijo de mi imaginación. En esta ocasión, la acción abandona los mundos que estoy acostumbrado a escribir para atarse a la fantasía urbana ambientada en un mudo muy parecido al lugar en el que vivimos. Según escribo estas líneas, la extensión del documento lleva unas tímidas 15 000 palabras, pero no dudo que ese contador se disparará a lo largo de las próximas semanas porque soy así de cabezón.

Microrreseñas, minirreseñas y reseñas

Las minirreseñas, a pesar de haber necesitado un poco de ajuste fino desde su primera iteración, han llegado a un punto en el que me hacen sentir cómodo. La extensión suficiente como para digerirlas de un vistazo y trasladar bien el mensaje —y una buena excusa para no enrollarme como las persianas— y, lo mejor de todo: con el pequeño apaño de diseño que hice, es fácil exportarlas a un formato que funciona en redes sociales.

Pero Javi, diréis, la existencia de una minirreseña debería implicar la de las reseñas. Y no os equivocáis. Aún no he decidido los detalles, pero es cierto que existen ciertas obras que necesitan que me extienda un poco más. Y, para ellas, retomaré las reseñas “de cuerpo completo”.

Pero también me hace pensar que… si hay algo más grande, ¿por qué no uno más pequeño? Hay mucha literatura, películas, series, videojuegos y demás que pasan por mis manos y es inviable dedicar un espacio a todas, pero me gustaría dar algo de opinión. “Haz un tuit” es una solución válida, pero no una con la permanencia web que busco. Así que, ¿por qué no traer un formato que pueda cruzar esas dos barreras? Y así nació la idea de las microrreseñas, pequeños grupos —de cuatro, para que me entren las fotos en tuiter— de opiniones fácilmente digeribles en un vistazo.

¡Más artículos!

Bueno, en realidad, artículos a secas, que el último que escribí data de mediados de 2020. Siempre me ha gustado desgranar conceptos de diseño y ejecución o compartir mis ideas sobre este mundillo. Y —advertencia: referencia viejuna— atentos, pavos, que ahora puedo hacérmelo a mí mismo. En esta etapa no solo os contaré por qué me parece un coñazo tener que pelearte veinte veces con el mismo grupo de limos sino que me adentraré en mi proceso creativo, en mis inspiraciones y en qué me hace ser así como autor.

Colaboraciones e intercambios artísticos

Este último sprint del año me ha hecho descubrir lo mucho que me está gustando trabajar con otros artistas, sea cual sea su disciplina. Y he podido conocer a gente muy interesante que me ha motivado a trazar este como objetivo para el próximo año.

Puedo adelantaros que ya he tomado parte en uno y la experiencia ha sido una pasada (¡y eso que aún no nos hemos entregado las piezas!) y ya me he tomado la licencia de apalabrar otro más. Aún quiero ver cómo van rodando estas ideas, pero mi plan es escribir un post más pronto que tarde ofreciéndome a más proyectos en conjunto.

Proyectos adicionales

¡Uuuh! ¡Hay más cosas escondidas en el maletero! Sí, además de todo lo que os cuento en este hilo, la vida dice que es suficiente y que quiero hacer más. Y es que, si las cosas van como espero, Glitch no será la única novela que escriba este año. Pero aún es pronto para hablar de eso.

También vive en mi mete la idea de un proyecto que pretende ser algo más evergreen compuesto por relatos cortos pero, de nuevo, está demasiado rodeado en incógnitas para un anuncio formal.

Y alguna que otra sorpresita que me guardo, cómo no 😈.


Foto de archivo de un servidor sosteniendo todos los proyectos de la lista

Y… bueno, creo que eso es todo para esta entrada en el blog. Ahora, toca organizarme para poder hacer todas esas cosas y —como es de recibo— tener tiempo para disfrutar de las cosas de las que quiero hablar. Seguro que es un reto, pero merecerá la pena si me sigo cruzando con gente tan interesante como vosotros este año.

Un abrazo muy fuerte a todos, y feliz entrada en el año 2023,
Javier ‘Habimaru’ Escámez