
Pokkén Tournament DX
Bandai Namco, The Pokémon Company
Nintendo Switch
LANZAMIENTO: 22/09/17
Soy un niño de la pokémanía. Los monstruos de bolsillo tuvieron su pico de popularidad en un fenómeno global masivo que dudo, por la evolución de los medios y la tecnología, se vuelva a repetir. Y eso implica dos cosas: mi cariño por los titulares monstruos y su universo —desdén aparte por las últimas entregas de la saga principal— y que presencié una era en del todo vale en lo que a títulos derivados se prometiera. Puzles competitivos, photoshooters sobre raíles, demos técnicas de micrófonos, máquinas de pinball… Todo valía para los monstruos, pero por algún motivo nadie dio con la tecla de hacerlos combatir a tiempo real —Super Smash Bros. aparte— hasta Pokkén Tournament, que llegó a las máquinas recreativas allá por 2015. En mi caso no le hinqué el diente hasta su versión DX para Nintendo Switch, que incluía las últimas actualizaciones de las recreativas de por aquel entonces y más tarde tuvo algunas más como packs de contenido descargable. Por tanto, la visión que daré del título se centrará más en el estado final de lo que ofrece sin entrar a evaluar el camino por el que ha pasado.
El título ya de por sí no es casual. Su sonoridad viene claramente del Torneo del Puño de Acero, Tekken. De hecho, en su versión alemana el título se deja de sutilezas y decide llamarse Pokémon Tekken, dejando claro que el equipo responsable no es otro que Bandai Namco —que invitaría a Katsuhiro Harada como productor de esta entrega y como una de sus caras más visibles durante la publicidad especializada—. No obstante, erraríamos si equiparáramos la jugabilidad de ambos títulos.
Pokkén Tournament se muestra al público, de hecho, como un arena fighter más afín a los títulos licenciados de Naruto. No obstante, ciertos movimientos son capaces de cambiar la acción a un plano 2D —en una acción conocida como cambio de fase— en el que, si bien las mecánicas siguen sin ser las mismas, ya nos evoca más el sentimiento de la archiconocida saga. Y como disto mucho de ser un experto en el género, simplemente resumiré toda mi experiencia en que los controles son bastante satisfactorios. Ataques ligeros, ataques más fuertes, movimientos pokémon y el salto serán los cuatro botones básicos cuyo funcionamiento variará ligeramente en función de la fase y el control de la palanca elegido. También contaremos con opciones bloqueo, agarre y contraataque para cerrar un poco el círculo de lo que nos ofrece el típico juego de lucha y el uso de pokémon de apoyo y la ultrasinergía para hacernos más fuertes durante un periodo de tiempo.
Quizá listado así parezca mucho que digerir, pero en mi experiencia tras unos combates cualquier jugador es capaz de hacerse con el manejo básico de cada uno de los veintitrés monstruos controlables. Eso sí, la selección sabe ser variada en roles, estética, forma de cuerpo y tipos elementales de monstruos —aunque, como es de esperar, cuenta con una fijación clara con su primera generación—, lo que hace que la veintena de experiencias jugables sea suficientemente diversa como para que requieras aprender por separado el funcionamiento de cada uno de ellos y que la forma de adaptarte al terreno dependa mucho de ello haciendo uso tanto de habilidad a los mandos como de estrategia.
Y es que Pokkén Tournament sabe atinar en algo imprescindible: ser divertido en su multijugador. Recuerdo claramente una de las primeras sesiones de prueba para comprobar qué tal la conectividad online —sorprendentemente bien, por cierto, si bien el sistema para cruzarte con un amigo es innecesariamente complejo—. Empezamos a probar poco a poco lo que el título tenía que ofrecernos y, al mirar el reloj ya había pasado más de una hora y casi una veintena de enfrentamientos sin, prácticamente, habernos dado cuenta.
Quizá a esa sensación también se añada lo espectacular de las luchas. Pokkén es un juego agradable a la vista y, aunque no haga alarde de los gráficos más punteros de la industria, acierta de lleno en lo que cualquier fan esperaría de la franquicia hoy día: preciosos escenarios vivos llenos de monstruos y elementos que dan vida a la región como granjas, atracciones de feria —¡e incluso una zona donde están pescando Magikarp tan campantes!— que bien quisiéramos para una saga principal que no tiene que mover tal gresca en tiempo real, animaciones de combate divertidas y que reflejan la personalidad de los pokémon individuales y ataques definitivos que quitan el hipo.
Sí, Pokkén impresiona en los apartados que importan, pero también palidecen en otros en los que pensarías que se merece un tanto de mimo. Los personajes humanos parecen totalmente ajenos a la franquicia, si bien son el corazón de los desbloqueables —la personalización estética de tu entrenador— y los modos de un jugador son prácticamente anecdóticos ahora que puedes acceder a todos los monstruos de bolsillo una vez arrancas el cartucho por primera vez más allá de una progresión ligera y algunos retos sugeridos por el título para avanzar en las clasificaciones internas.
En el apartado sonoro también nos encontramos una extraña mezcla. Si bien los clips de combate de los monstruos y los efectos de sus ataques saben dar en la diana, su banda sonora tiene altibajos importantes con un promedio que no acaba de destacar. El doblaje del título —a inglés, aunque tampoco puedo decir nada mucho mejor de su versión original— tampoco acaba de convencer y la traducción a castellano es algo menos que estelar.
Pokkén Tournament DX es uno de esos denominados juegos de núcleo. Cuando hablamos de lo que tiene que ser, acierta de lleno. Es vistoso, variado y, sobre todo, divertido hasta decir basta. Pero desgraciadamente es donde se queda este título, en una magnífica experiencia de combate uno contra uno multijugador que es incapaz de llevar a ese paso más allá para mantenerse fresco y ofrecerte buenas excusas para hacerte mejor y obtener recompensas. ¿Recomendable? Sin duda, siempre y cuando puedas jugar con tus rivales habituales o ser tan excelso en este tipo de videojuegos que puedas sobrevivir contra desconocidos.
Sin duda, una grata sorpresa de la que esperaba menos de lo que he recibido y que me da dos sensaciones muy claras: la primera, un sentido de confianza en que Bandai Namco pueda hacer un gran New Pokémon Snap al ver cómo tratan el mundo Pokémon desde esta lente. La segunda, la tristeza por la mala gestión de este título del que me encantaría ver una secuela algún día que corrija sus problemas más notorios.