Primeras impresiones – ‘Pokémon Café Mix’

Pokémon Café Mix

Genius Sonority

Nintendo Switch, Android, iOS

LANZAMIENTO: 23/06/2020

A estas alturas, no es ningún secreto mi descontento personal con el tratamiento de la licencia Pokémon por parte de los dueños de la propiedad intelectual. No obstante, sigue siendo una franquicia a la que le tengo un cariño especial y el anuncio de una nueva apuesta por el género de los puzles de mano de Genius Sonority con Pokémon Café Mix con unos diseños tan adorables como los que acompañan estas líneas era algo que debía probar… Especialmente si la puerta de entrada es gratuita.

La jugabilidad es tan directa y accesible para todos los públicos como podríamos esperar de un título de esta guisa. En constraste a las anteriores apuestas por el match three, esta cafetería apuesta más por el uso de cadenas y las físicas libres, al más puro estilo Disney Tsum Tsum Yo-kai Watch: Wibble Wobble con un personalidad y giros propios, lo que es capaz de dar una perspectiva fresca a los veteranos de los puzles de criaturas coleccionables.

Con el estudio detrás del proyecto —que después de los títulos 3D de GameCube se comenzó a dedicar a todos los derivados de unir rostros para despejar la pantalla—, la confianza base era moderadamente alta. Claro está, su apuesta inmediatamente anterior, Pokémon Shuffle, pecaba de diseñar su jugabilidad en base a generadores de números aleatorios a la hora de hacerse con todos y la repetición ad eternum de niveles para mejorar las estadísticas de nuestros monsillos.

Pero Café Mix es algo distinto. En lugar de presentarse como una epopeya de la competitividad y la captura, nuestro objetivo será regentar una cafetería dedicada a los pokémon. Los niveles de fuerza y las capturas se ven sustituidos por unos indicadores de amistad que son capaces de ser al mismo tiempo un paso adelante y uno atrás. Adelante porque su impacto en la jugabilidad es prácticamente nimio —a la hora de escribir estas líneas, las mejoras de nuestros pokémon son poco más que anecdóticas en cantidad y utilidad— y atrás porque la amistad con una especie no dependerá del número que fijemos a nuestro monstruo como encargado para una comanda, sino que mejorará en relación al cliente que la haya solicitado, cosa que depende del azar.

Esto tiene un impacto circunstancial pero claramente visible, ya que cada monstruo de bolsillo contará con una habilidad especial que puede ser especialmente útil para el nivel en cuestión y no contar con él en la lista de disponibles puede complicar las cosas. Si bien obtener la afinidad necesaria para que la criatura en cuestión se una a nuestro personal es relativamente sencillo en términos numéricos, una mala pasada del generador de números aleatorios puede impedir que llegue a tiempo para su momento destacado. Sí que es cierto que según avanzas en la partida obtienes opciones que hace más ligero ese punto, pero no dejan de estar sujetas al dios de los números aleatorios, lo que puede ser ligeramente frustrante si quieres a una criatura concreta en el equipo.

Pero al final del día —y por ahora, toco madera—, no es un requisito indispensable para la resolución de puzles y acabas metiéndote de lleno en una experiencia que es relajante y frustrante a partes iguales. Si bien tiene las curvas de dificultad características del género —y acrecentadas como suele pasar en títulos de esta monetización para darte el empujón justo para que consideres pagar unos eurillos por esos turnos extra—, es totalmente factible si encuentras la estrategia correcta.

Claro está, estas líneas hacen referencia a la versión de lanzamiento del juego y sus 100 primeros niveles. La compañía ya ha anunciado que aparecerán nuevos monstruos coleccionables cada mes —en adición a algunos temporales que habremos de conocer antes de que acabe su ventana temporal— y nuevas comandas cada par de semanas. ¿Pulirán un poco los picos? ¿Crearán algunos más extremos para empujarnos más? Hoy por hoy, no podemos saberlo.

Pokémon Café Mix, en su núcleo, es un juego simple y que podrías recomendar a cualquier persona desconectada del mundo pokémon. Un pasarratos que agradeces tener en la memoria del dispositivo en el que lo juegues. Pero es un título que atina con certeza en su diseño, es tan rico en mecánicas y su presentación es tan achuchable que acabas valorando bien. Pero lo valoras como lo que es: un sencillo juego que es capaz de entretener tus ratos y activarte un poco la masa gris mientras cuentas con figuras reconocibles en pantalla. Y a veces, eso es lo único que le pides a una franquicia que últimamente no es capaz de darte alegrías.